EL PUNT BARCELONÈS NORD
31-01-1996
Ricard Ruiz
Nos recibe en su estudio, amplio, limpio y claro, como si lo hubiera ordenado para someterse a la revisión más severa. Joan Pedragosa, nacido en Badalona y barcelonés de adopción, ha ido decorando el techo del lugar en el cual trabaja con sus móviles, que visten el espacio con movimientos tan lentos y armoniosos como los de una melodía de Erik Satie. Tal como asegura el entrevistado, las estructuras móviles que ha ido realizando son capaces de romper por sí mismas la monotonía de los espacios más vacíos y rectilíneos. Acariciado por el movimiento casi imperceptible de piezas de aire cubista o con cierto eco mironiano suspendidas con varillas y cables, Pedragosa se enfrenta a la entrevista con la misma pulidez y pulcritud con las que trabaja y crea desde hace muchos años.
¿Se define como diseñador o como artista?
Estoy pasando por un periodo de transición. Podríamos decir que todavía juego con los dos ámbitos; no me he casado con ninguno definitivamente.
¿Le parece correcto considerar el diseño como el octavo arte?
Rotundamente, sí. El buen diseño ha creado una forma de vivir, ha hecho que la gente cada vez viva mejor.
¿Qué papel atribuye al diseño dentro de las artes plásticas?
El principal es crear funcionalidad, servir. El diseño tiene una función específica: servir y proporcionar bienestar. De todos modos, si se diseña un objeto visual o decorativo el hecho de observarlo también debe dar satisfacción.
¿Qué le reportó su estancia en Lausana?
Allí adquirí mi futura personalidad profesional por lo que se refiere a síntesis gráfica, a la aplicación de elementos nuevos… En Lausana trabajé como responsable de creación de un prestigioso estudio de diseño. Esta estancia en Suiza me permitió avanzarme a lo que se hacía aquí: me aportó una aceleración profesional crucial.
¿Más que su viaje a Alaska?
Bueno, eso también fue importante, aunque en la dirección de la sensibilidad. En Alaska me cautivó la grandiosidad. Allí empecé a comprender cuan grande puede llegar a ser un espacio abierto.
¿Su arte está relacionado con la naturaleza?
Sí. Intento explicar la síntesis y la naturaleza.
Creador de móviles
¿Qué tendencias influyen en el Joan Pedragosa de 1996?
Por encima de todo, soy un constructivista. Ésta es una tendencia fundamentada en la estilización de las líneas. Hablar de constructivismo es hablar de arquitectura,
de funcionalidad.
¿Su arte es más indicado para espacios interiores o exteriores?
En este momento creo más móviles de interiores, aunque en mi producción también hay trabajos para exteriores.
¿Esto obedece a alguna razón especial?
Parece que hoy en día los móviles de interior son un trabajo mucho más factible a la hora de producirlos y comercializarlos.
¿Qué diferencia un móvil interior y uno destinado al exterior?
Principalmente, los materiales. El móvil de exterior tiene que construirse con materiales mucho más consistentes que resistan las inclemencias del tiempo.
¿Qué pretende expresar con su producción de móviles?
Busco la sensación de tranquilidad: los móviles proporcionan relajación a quien los contempla. Dentro de una habitación totalmente vacía, por ejemplo, un móvil ofrece un punto de fuerza importante.
¿Ha creado escuela en su trabajo?
¡Ojalá fuera así! Aunque, en realidad, el arte cinético es muy nuevo. Fue a partir del año 1985 cuando empecé a trabajar con móviles.
Es miembro fundador de la Agrupación de Grafistas del Fomento de Artes Decorativas.
¿Todavía le parece una herramienta interesante?
Sí, totalmente. Creo que su trayectoria ha sido magnífica y ha dado un prestigio a la profesión que antes no tenía; ha consolidado totalmente el trabajo de los diseñadores en Cataluña.
¿Y cómo cuantificaría su trabajo en el FAD?
Totalmente satisfactorio. Además, el premio FAD que se me otorgó me animó a hacer mi trabajo con más ganas.
A sus 65 años, ¿no se ve superado por la misma evolución de las tendencias?
De eso nada. Actualmente me encuentro en plena madurez creativa, mucho más preparado que en cualquier otro momento de mi vida profesional. Tengo una cartera muy amplia de proyectos y mi única ambición es seguir creando y experimentando.
Un creador poco conformista y obsesionado por no resignarse Joan Pedragosa i Domènech nació en 1930 en Badalona, aunque por razones de trabajo trasladó su residencia y su estudio profesional a Barcelona.
Ha sido profesor de plástica publicitaria en la Escuela Massana y de conocimiento del volumen en la Escuela Elisava. Es miembro fundador de la Asociación de Grafistas del Fomento de Artes Decorativas (FAD), con la que ha colaborado muy estrechamente. En 1968 el FAD le otorgó su máxima distinción, el Delta de plata, para premiar un diseño industrial suyo. Ha colaborado, dentro de las artes plásticas, con Joan Perucho, y ha realizado trabajos de cartelismo, como el de la XXVIII Feria Internacional de Muestras de Barcelona o el IV Premio Internacional de Dibujo Joan Miró. Ha expuesto su trabajo junto con Giralt-Miracle, Pla-Narbona y Gervasi Gallardo en la Sala Gaspar de Barcelona.